«Controlar los precios y salarios, implica no sólo controlar el trabajo de la gente, sino también sus propias vidas”.

Herman Goering

Los pensadores marxistas del siglo XX solían interpretar al nazismo como una etapa superior del capitalismo liberal, obviando los múltiples puntos de coincidencia del totalitarismo alemán con el socialismo autoritario de corte comunista. Desde el 26 de noviembre de 1936, la Administración del III Reich decretó la congelación en el nivel existente al 17 de octubre de ese mismo año, de todos los precios «administrados» o libres, existentes en Alemania. Dicha medida no era más que el colofón del proceso de «domesticación de precios» que venía sufriendo Alemania desde la llegada al poder de los nazis casi cuatro años antes. La enorme cantidad de recursos que los nazis necesitaban para saquear de la economía alemana, tenía que ser obtenida mediante el antiguo procedimiento de imprimir papel moneda para el gobierno en grandes cantidades, aunque para ello necesitaran desatar un proceso inflacionario sin parangón en la Alemania de los años 30 y 40.

Los precios máximos en el régimen nazi sabemos que por una parte, creaban desequilibrios en materia de demanda de productos, pero además, en materia de oferta, la combinación de más dinero en las manos del gobierno y del público, con los precios invariables tipificados para algunos productos, hizo que la oferta ya no pudiera satisfacer a todos aquellos que estaban dispuestos a pagar el precio que se les pedía. Aparecieron así las colas en la Alemania del nacional-socialismo, junto con los desabastecimientos, la acumulación por parte de los consumidores de cualquier producto que tenían la suerte de encontrar en las tiendas, se tuviera o no necesidad perentoria de él, y finalmente el racionamiento. Hechos que a los venezolanos se nos hacen inmensamente familiares.

Siguiendo con la Alemania de Hitler, los nazis diseñaron un sistema productivo cartelizado por las regulaciones que permitiría controlar los precios a gran escala, junto con un poder sindical pro-gubernamental que impedía la negociación laboral al margen de los sindicatos oficialistas y un sistema de arbitraje gubernamental en caso de discrepancias entre sindicatos y empresas, que en realidad significaba la posibilidad de fijar los salarios «políticamente». Con dicho instrumental, en muy poco tiempo toda la economía alemana pasó a servir los designios políticos de Hitler y su camarilla de delincuentes.

El nazismo conocía los efectos tanto positivos como negativos de inducir la inflación en la economía de su país para fortalecer su dominio político. Por un lado, el papel moneda creado y utilizado para demandar producción adicional, sirve al principio para poner en marcha la economía. Por otro lado, los perniciosos efectos de la inflación se traducen en aumentos de los precios, los cuales el gobierno “reprime” de una forma tan genérica y eficaz que todo el aparato productivo acabó quedando en poco tiempo en manos del Gobierno nazi. En este contexto, nacieron los mercados negros y la corrupción de los burócratas que asignaban y desviaban factores productivos para atender dichos mercados. Todo lo anterior llevaba a una economía socialista en la que los salarios no pueden subir y atraer a los trabajadores a las ocupaciones más necesarias, aunque estas sean desagradables. Apareció así, el fenómeno de la militarización del trabajo del cual el actual gobierno bolivariano es un ferviente partidario.

A veces los economistas de forma ingenua señalan que el control de precios del Socialismo del Siglo XXI nace de un sesgo teórico en materia económica de los tecnócratas gubernamentales. Nada más lejos de la verdad. Las distorsiones que genera el control de precios y la inflación inducida por el dinero impreso inorgánicamente por el Estado, tienen como propósito crear un sistema que subordine toda la existencia material de los ciudadanos al gobierno de turno: pasar del control de precios al control de las personas, de la escasez de productos a la escasez de libertades personales. Los alemanes volvieron a la cordura económica cuando al caer el nazismo, Ludwig Erhard en 1948 (3 años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial), devolvió la racionalidad a la economía alemana con su reforma económica. Esperemos que pronto también a los venezolanos nos llegue la cordura económica, antes que una guerra nos la imponga.

Las 5 noticias clave:

Un reporte periódico de actualidad a fin de conocer de forma más cercana la situación cotidiana de la propiedad privada en Venezuela.

1) Las 8 leyes con las que el presidente Nicolás Maduro busca “impulsar el socialismo” y mejorar la economía de Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, entregó este jueves nuevas leyes económicas a la Asamblea Constituyente, que desde hace un mes es el suprapoder que tiene como fin reformular el Estado y redactar una nueva Constitución.

Fuente: BBC

240717 Automercados FOTO Antonio Hernandez

2) Estos son algunos de los 50 rubros que regulará el gobierno

Como parte de la propuesta de Ley de Abastecimiento Soberano y Precios Acordados, el presidente Nicolás Maduro anunció este jueves que serán regulados 50 rubros esenciales para “estabilizar a corto plazo el proceso económico”.

Fuente: El Estimulo

3) Carnet de la Patria para pagar el CLAP: Gobierno anuncia medidas para garantizar efectivo

El ministro de Finanzas, Ramón Lobo, anunció este lunes un nuevo plan para la protección del cono monetario nacional, con la finalidad de garantizar la circulación de efectivo en el país. Entre las acciones, anunció, el Gobierno contempla que el pago de la comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) se haga a través del Carné de la Patria.

Fuente:  Contrapunto

4) Carlos Albornoz: 20.000 productores han abandonado sus fincas en 25 años

Desde que se sumó a las protestas de este año contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, Carlos Odoardo Albornoz, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), parece vivir su propio calvario en su finca “El Gólgota”, ubicada en Chaguaramas, estado Guárico (centro de Venezuela).

Fuente: El Estimulo

5) Venezuela anula 150 puntos de pago con tarjeta por escasez de efectivo

Las autoridades venezolanas anunciaron que han suspendido 150 puntos de pago con tarjeta en el marco de su plan contra la escasez de efectivo, un problema que achacan, entre otros factores, a la entrega por parte de comerciantes de avances en metálico que cobran con comisiones de manera electrónica.

Fuente:  El Nacional

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Elaborado por: Rafael Quiñónez – investigador Observatorio de Derechos de Propiedad

Para más información: observatoriopropiedad.cedice@gmail.com

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