El jueves 7 de marzo prácticamente toda Venezuela se quedó sin electricidad. Han transcurrido 2 semanas y aún no es posible tener una cifra exacta que de cuenta de las pérdidas. Desde el poder no se ha emitido un informe técnico de lo ocurrido, así como tampoco se activó plan alguno de contingencia para mitigar los efectos de la falta de energía eléctrica y la consiguiente carencia de agua en todo el territorio. Una vez más, se blandió el desgastado argumento empleado por el poder, esa guerra que tiene distintos apellidos: económica, petrolera, eléctrica, imperial y cualquier otra que se adapte a las circunstancias de turno.
La grave situación padecida por los venezolanos, tiene su máximo exponente en el estado Zulia. Una de las entidades más golpeadas por la crisis en el suministro de servicios desde hace años. A esta situación se suma la ola de saqueos que durante varios días se desató en este estado. Los zulianos han vivido lo indecible.
El observatorio de derechos de propiedad (ODP) contabiliza 13 estados afectados por saqueos, pero el poderío destructivo de la barbarie desenfrenada, flageló con mayor intensidad y extensión al Zulia. Los organismos gremiales estiman que la cifra de establecimientos afectados ronda los 500.
Decir que Venezuela es un país donde la gente muere de hambre y de mengua, no es una figura retórica, es una realidad, y en ese contexto las pérdidas reportadas son escalofriantes: 900 mil kilos de queso blando descompuesto, un poco más de 2 millones de kilos de carne de res podrida, 5 millones de litros de leche perdidos porque se dañaron o no se produjeron. Los productores del campo se enfrentaron a la posibilidad de ver a su rebaño morir por no poder bombear agua para darles de tomar. De igual forma, en el sector farmacéutico, se reporta el saqueo de 50 mil dólares del centro de acopio de la Cadena de Farmacias, Fundafamarcia.
Por otra parte, la Cámara de Comercio del Zulia reporta que a consecuencia de los saqueos entre 2.000 y 2.500 puestos de trabajo se perderán, ya que los propietarios afectados por los saqueos no podrán operar nuevamente. Esta situación, desafortunadamente, no es nueva. El ODP registró en 2016, 1.161 casos; en 2017 se contabilizaron 1.189 saqueos y en 2018, tuvieron lugar 154. La impunidad, así como la mirada complaciente de las autoridades, promueve la consolidación de la delincuencia, el saqueo y el robo como forma de vida. Frente a estas cifras se puede asegurar que el saqueo es una práctica institucionalizada en el país, como consecuencia de las políticas implementadas desde el poder. Paralelamente, el desmoronamiento de lo poco que queda en pie del aparato productivo, no se detiene.
Así como el apagón despertó en una minoría estruendosa, lo peor de sí, en otros animó la solidaridad. Resaltan los casos de productores agropecuarios y comerciantes que decidieron donar a la comunidad sus existencias antes de que la falta de electricidad, descompusiera los alimentos. Abundaron las historias de vecinos que se reunieron para cocinar en comunidad y alimentarse juntos. Estos venezolanos de bien, son la luz en medio de la penumbra.
Las 5 noticias más importantes:
1. Pérdidas en el sector ganadero superan los $10 millones por cinco días sin electricidad
No comercializar la leche afecta a unos 5000 puestos de trabajo por día, a 2500 transportistas y 70.000 productores agropecuarios. Las fallas en el servicio eléctrico también ponen en riesgo a 350.000 trabajadores directos y 1750 indirectos.
2. Cámara de Comercio de Maracaibo estima pérdida de 2.500 empleos por saqueos
El presidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo, Fergus Walshe Belloso, indicó que a raíz de la ola de saqueos en Maracaibo, estado Zulia; la ciudad no solo sufrirá consecuencias por escasez, sino también por desempleo pues se estima que entre 2.000 y 2.500 personas perderán sus empleos debido a los actos vandálicos que se han presentado en los distintos municipios de la entidad.
3. Estiman 50 mil dólares en pérdidas de medicamentos en saqueos por el apagón
El presidente de la Cámara Industrial Farmacéutica (Cifar), Tito López, estima una cifra próxima a los 50 mil dólares en pérdidas de medicamentos, como consecuencia de los saqueos perpetrados en las instalaciones de Fundafarmacia, organización no gubernamental apoyada por las empresas privadas del sector.
4. Empresarios se quedaron a la espera de algún plan de salvamento luego del megapagón
Por los momentos, la única medida concreta en favor de la actividad económica en el Zulia fue exonerar del pago de impuestos a los comerciantes afectados por saqueos en el centro comercial Sambil.
5. Trabajadores de Bimbo Venezuela denuncian paralización de la planta por falta de harina
La paralización afecta a 1.400 trabajadores y sus familias, por dejar de recibir beneficios como la alimentación del comedor, las bolsas de pan, un jugo diario, bonos de producción y por trabajo nocturno, con lo que perciben varias veces el salario básico que les paga la empresa
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Elaborado por el Observatorio de Derechos de Propiedad
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