“De cada cual, según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”
Karl Marx.
Iniciemos esta edición recordando la reconocida anécdota del célebre escritor sueco August Strindberg y cómo abominó sus simpatías por el socialismo un día que observó en una granja de fresas como un grupo de niños supervisados por adultos cosechaban las frutas. El adulto ordenaba a los niños que no se comieran lo que recogían, ya que las fresas que no eran seleccionadas para ser cosechadas serían repartidas de manera equitativa al finalizar la jornada. Esto generó que muchos de los niños hicieran trampa comiéndose las fresas mientras trabajaban; otros sencillamente hacían la cosecha de manera perezosa. En el largo plazo, los recolectores más trabajadores y honestos terminaban siendo los que la pasaban peor, ya que utilizaban más energía pero no obtenían ganancias adicionales y su honestidad les impedía comerse las fresas, como sí lo hacían los tramposos. Por lo que los honestos quedaban hambrientos y exhaustos. Esta es la lógica del “De cada cual, según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades” que predica el socialismo, primero el más utópico y luego el marxista, cuando este se concretaba en la realidad.
Uno de los más grandes problemas del socialismo (y el comunismo), que siempre apela a los mayores imperativos morales para justificarse, es que no hay un vínculo claro entre el esfuerzo y la recompensa, lo que hará que la estructura de incentivos para la producción se vea dañada. En consecuencia, el rendimiento total en cualquier sector de la economía disminuirá y aquellos que agreguen valor extra al grupo serán tratados injustamente y, por lo tanto, no tendrán motivación alguna para ser más trabajadores e innovadores. El socialismo es un sistema económico que convierte al compañerismo espontáneo y a los esfuerzos de los trabajadores de cualquier sector de la economía, en envidia y odios mutuos sin límite, y les transforma en aspirantes a parásitos.
Según el socialismo y el comunismo, la competencia y la ambición deshumanizan al ser humano. Afirmación a la que hay que decir que sin competencia y recompensa al esfuerzo, quienes trabajan -progresivamente- empiezan a ocultar sus habilidades y conocimientos, comienzan a trabajar al mínimo esfuerzo y a procurar no hacer las cosas de forma más eficaz que otro compañero de trabajo. No existe medio más seguro para destruir lo bueno de un ser humano que obligarle a laborar en una actividad en el que no se siente deseo alguno de mejorar la forma de hacerlo, sino que, por el contrario, día tras día se esfuerza en cumplir peor sus obligaciones. En este sistema se teme ser sospechoso de ser hábil o esforzado, porque esas cualidades en vez de implicar una recompensa (monetaria, de prestigio o de otro tipo) se castigan asignando más trabajo dentro de una forma de producción ineficiente. Nadie quiere destacar en dichas condiciones.
La lógica de este socialismo la hemos visto en todas las estatizaciones y confiscaciones que perpetradas por el gobierno venezolano en casi 20 años de existencia: cooperativas socialistas, fundos zamoranos, fábricas comunales, areperas socialistas, panaderías socialistas, etc. Los empleados de las empresas antes privadas y ahora estatales comprenden la lógica del socialismo: Trabajar sin posibilidad alguna de progreso personal; trabajar para quien a la vez es patrón y juez en una disputa laboral; trabajar no de acuerdo a cuan productivo uno es, sino si el subsidio petrolero alcanza para cubrir los salarios; tan sólo trabajar y trabajar, dejando que sean los intereses políticos del gobierno los que decidan qué estómagos habrán de consumir el esfuerzo, los sueños y los días de cada trabajador. Porque como decía Thomas Sowell, no hay un sistema económico más malvado y estúpido que aquel en donde quienes toman las decisiones no pagan ningún precio por equivocarse.
Las cinco noticias más importantes.
Un reporte periódico de actualidad a fin de conocer de forma más cercana la situación cotidiana de la propiedad privada en Venezuela.
1.– Maduro: 70 empresas estatales están en rojo, ya es nuestra responsabilidad
El presidente Nicolás Maduro pidió este domingo al vicepresidente económico Tareck el Aissami transformar todas las empresas del Estado, las cuales aseguró «se encuentran en rojo», para superar el «capitalismo de Estado corrupto» y «los falsos modelos de socialismo que se han aplicado».
2.- Padrino López culpó a Empresas Polar por aumento de precios
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, acusó a Empresas Polar de condicionar las ventas de sus productos y aumentar sus precios semanalmente. El general en jefe realizó un recorrido este viernes en el mercado Quinta Crespo, ubicado en Caracas. Allí destacó las quejas de los comerciantes por los reiterados ajustes de precio en los productos.
3.- Gobierno bolivariano anuncia censo nacional del transporte cuya data será cruzada con el carnet de la patria
Nicolás Maduro anunció un gran censo nacional del transporte que incluirá al sector privado y público “para las nuevas políticas de apoyo y subsidio del transporte en general”.
4.- Maduro anuncia que la reconversión será de cinco ceros y arrancará el 20 de agosto
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, postergó hoy la reconversión monetaria prevista para el 4 de agosto hasta el día 20 de ese mes y anunció su decisión de que esta medida reduzca cinco ceros al bolívar venezolano y no tres como había ordenado en un primer momento.
5.- Denuncian 150 despidos de Abastos Bicentenario
Al menos 150 trabajadores de Abastos Bicentenario habrían sido despedidos en la región capital del país luego de que tres de sus sucursales fueran destinadas a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, CLAP.
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Elaborado por: Rafael Quiñones – investigador Observatorio de Derechos de Propiedad
Para más información: observatoriopropiedad.cedice@gmail.com
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