Originalmente en el siglo XIX el libre mercado, la democracia liberal y la libertad social desde lo individual no estaban separadas. Basta con leer lo que un liberal del siglo XIX, Benjamin Constant define como libertad moderna. “Para cada uno de ellos consiste en el derecho de no someterse sino a las leyes, de no ser ni arrestado, ni detenido, ni ejecutado, ni maltratado de ninguna manera, a causa de la voluntad arbitraria de uno o varios individuos. Es para cada uno de ellos el derecho de decir su opinión, de elegir una profesión y ejercerla, de disponer de su propiedad, incluso abusando de ella; de ir, de venir sin permiso y sin dar explicación de sus motivos o de sus procederes. Es para cada uno de ellos el derecho de reunirse con otros individuos, ya sea para compartir sus intereses o profesar el culto que él y sus asociados prefieran, ya sea simplemente para colmar sus días o sus horas de la manera más acorde a sus inclinaciones, a sus fantasías. En fin, es el derecho, para cada uno de ellos, de influir en la administración del gobierno, ya sea para el nombramiento de todos o de algunos funcionarios, ya sea para las representaciones, las peticiones, las solicitudes, a las que la autoridad está más o menos obligada de tomar en consideración”.

En el siglo XIX ser defensor de la democracia, del libre mercado y de las libertades civiles entraba perfectamente en el concepto de liberal, por lo tanto, no había liberalismo distinto en lo económico y en lo político y no había necesidad de hacer aclaratorias. Pero en el siglo XX, si bien a nivel doctrinal no hemos visto esa separación, en el campo de la política y la academia, hemos visto fenómenos que han creado la perspectiva que una cosa es ser liberal en lo político y otra en lo económico. Uno de estos hechos es la despolitización de la economía, con su conversión en ciencia matemática y con el nacimiento de la politología como disciplina independiente. Esto llevó a muchos economistas a ver que la libertad de mercado podía ser practicada no solo con prescindencia de la democracia liberal sino, además, gracias a su supresión. La liberalización económica practicada en los últimos decenios en Chile no en contra, sino gracias a una dictadura, es un ejemplo.

Mucho más lejos de Chile, en China, sus jerarcas descubrieron cómo el libre mercado podía ser también una condición para el mantenimiento de una dictadura comunista en el poder. Allí, un modelo basado en la supresión de las libertades políticas y sociales, por un lado, y en la liberalización del mercado, por otro, ha funcionado de modo altamente exitoso. Singapur sin exhibir ideología comunista, es muy liberal en lo económico, pero muestra un autoritarismo político y una planificación de la vida social de sus ciudadanos que no ha de sentir envidia del comunismo del siglo XX y horrorizaría a un liberal del siglo XIX.

Un verdadero liberal del siglo XXI, quizás deba llamarse libertario (porque defiende la libertad del individuo en todas las esferas de su vida), uno que pueda propugnar que el bienestar y el desarrollo son compatibles con la libertad de sus individuos siempre que no viole dicha libertad individual. Un liberal del siglo XXI no ve contradicción en aceptar cierta regulación social, y una intervención parcial del Estado en la economía, con el objeto de garantizar una economía de mercado completa y genuinamente libre, que castigue la formación de monopolios y la consolidación de intereses monopolísticos. Los liberales del siglo XXI deben ser críticos con los socialismos autoritarios y su pretensión de socializar la economía, que coartan la libertad de comercio, y generan ineficiencia económica e injusticia social. En este aspecto, un liberal del siglo XXI siempre estará al lado de la función del Estado de garantizar la igualdad de oportunidades, fomentando el desarrollo personal y la libertad de todos los ciudadanos, pero en ningún caso la de sustituirlos en la toma de decisiones.

El liberalismo del siglo XXI trasciende al liberalismo clásico en dos cosas: trata de superar al individualismo atomístico del viejo liberalismo mediante una concepción orgánica dando pie en favor de la sociedad. Y, por otro lado, propugna una intervención del Estado en el campo de lo social, pero nunca una que coarte la libertad individual para obtener alguna ayuda y nunca hacerle rehén del Estado. ¿Y qué es la libertad individual en estos tiempos?  He aquí la respuesta: Cuando la tenemos, no lo sabemos. Cuando no la tenemos, sí lo sabemos

Las cinco noticias más importantes.

Un reporte periódico de actualidad a fin de conocer de forma más cercana la situación cotidiana de la propiedad privada en Venezuela.

1.Cedice contabiliza casi 1.000 afectaciones del derecho a la propiedad en lo que va de 2018

El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice Libertad) informó que casi la mitad de los comercios –afiliados a las cámaras de los estados Carabobo y Zulia– que fueron saqueados durante las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro durante 2017, no volvieron abrir.

 

2.-  Maduro aumenta salario mínimo integral a Bs 1.307.646 desde el 1° de marzo

En una transmisión por Facebook Live, el presidente Nicolás Maduro anunció el incremento del salario mínimo vigente a partir de este 1° de marzo en 58% para llevarlo a Bs 392.645,80 y el bono de alimentación 66,7% para ubicarlo en Bs 915.000.

 

3.- Denuncian retención de quesos en tres estados por orden de gobernaciones y alcaldías

El presidente de la Asociación de Ganaderos del Estado Táchira (Asogata), Leonardo Figueroa, confirmó la retención de un cargamento de quesos en el municipio Páez (San Fernando), del estado Apure y denunció -además- la detención del presidente de la asociación de ganaderos de la entidad, Manuel Castillo.

 

4.- Salud en crisis: más de 100 farmacias han cerrado en el país por escasez de medicinas

La crisis de medicina que se vive en el país desde mediados del año pasado ha provocado el colapso de farmacias y en lo que va de 2018, ya han bajado sus santamarías más de 125 farmacias en todo el territorio nacional según declaró Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven).

 

 5.- ¿Qué empresas operan en Venezuela en tiempos de crisis?, Factores y consecuencias

En el transcurso de 2017 al menos 22 grandes empresas han tenido que sortear una serie de dificultades para seguir produciendo en el país en tiempos de crisis, generando consecuencias en la economía venezolana.

 

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Elaborado por: Rafael Quiñones – investigador Observatorio de Derechos de Propiedad

Para más información: observatoriopropiedad.cedice@gmail.com

Observador de coyuntura #TuPropiedad